El taponamiento de los box culverts en la vía Ciénaga-Barranquilla, construidos para garantizar el intercambio de agua entre el Mar Caribe y la Ciénaga Grande de Santa Marta, es una de las causas del continuo deterioro del frágil ecosistema de este complejo lagunar.

Tal es la conclusión del informe técnico realizado por el Grupo de Litigio Estratégico e Interés Público de la Universidad del Norte, que analizó la situación actual de la vía que fue construida hace 50 años y cortó la comunicación entre los dos cuerpos de agua, causando la muerte de cerca de 26.000 hectáreas de bosque de mangle entre 1956 y 1999.

Por esta razón, fueron construidos 217 box culverts para permitir el flujo de agua dulce y salada entre el Mar y la ciénaga.

Sin embargo, de acuerdo con el informe técnico, solo seis de estos canales de drenaje funcionan en perfectas condiciones, otros seis a medias, mientras que los 205 restantes están taponados.

Este informe, presentado con motivo de un debate de control político citado por el Senador Efraín Cepeda en la Comisión de Ordenamiento Territorial del Senado de la República, se constituyó en un insumo para la creación de la Subcomisión de Seguimiento a la Recuperación de la Ciénaga Grande de Santa Marta.

De esta manera, el Grupo de Litigio de Uninorte, liderado por el profesor Juan Pablo Sarmiento y conformado por abogados y estudiantes de derecho, fiel a su objetivo de generar un impacto social a través de la investigación académica y la práctica jurídica —identificando casos paradigmáticos y diseñando acciones preventivas o correctivas para su solución—, consignó en el informe de 31 páginas la crítica situación que atraviesa la Ciénaga Grande.

El texto identificó, entre otros aspectos, la indiscriminada intervención y omisión del hombre, la desviación para actividades agroindustriales (como palmicultura) del curso de los ríos provenientes de la Sierra Nevada que alimentan la Ciénaga, la inadecuada disposición de residuos y la desatención de los canales de dragado que buscan garantizar el flujo de agua dulce como salada, característico de este cuerpo de agua.

De igual forma, en el escrito se propuso una serie de medidas a ser implementadas "de inmediato" en la Ciénaga Grande de Santa Marta, encaminadas a garantizar los derechos fundamentales de las poblaciones que habitan y basan su subsistencia en este complejo delta estuarino.

Entre estas se plantean medidas de rehabilitación y recuperación ambiental de la zona y sus afluentes hídricos, la destrucción de obras ilegales que bloqueen el flujo de agua dulce a la ciénaga, la imposición de sanciones ambientales a quienes incurran en estas conductas y la suspensión de licencias o concesiones que ocasionan daño al cuerpo lagunar. Asimismo, el informe propone la elaboración e implementación de planes de manejo de cuencas y reforestación, que incluyan mano de obra local.

El pasado 9 de febrero entró en funcionamiento la subcomisión de seguimiento especial, tras un acuerdo unánime de los senadores de la Comisión de Ordenamiento Territorial, con el objetivo de realizar un ejercicio de control político minucioso a las acciones adelantadas por las diversas autoridades para la recuperación del cuerpo lagunar, teniendo en cuenta que la degradación de la Ciénaga tiene un impacto negativo en todo el ecosistema de la Región Caribe y Colombia.

En efecto, el primer gran logro de la subcomisión fue la consecución del respaldo del Instituto Nacional de Vías (Invías) para intervenir los box culverts taponados en la vía Ciénaga-Barranquilla, los cuales se encuentran en el sector entre Palermo y Tasajera.

“Se espera que Invías entre en contacto con el concesionario [de la vía] Ruta del Sol II S.A., quien a la fecha es el principal responsable del estado de los box culverts que no están funcionando correctamente, afectando la entrada de agua salada a la Ciénaga”, expresó el senador Cepeda el pasado 17 de febrero, según comunicación del Senado de la República.

La subcomisión se mantendrá alerta ante la socialización de los diseños de la doble calzada Ciénaga-Barranquilla, debido a que 40.6 kilómetros de la vía, como se constata en el informe de Uninorte, estarían dentro de un área protegida y no se pueden licenciar para labores de mejoramiento y ampliación de la carretera.

Por su parte, el Grupo de Litigio ayudó a un grupo de pescadores de la Ciénaga Grande a presentar, el 10 de noviembre de 2016, una acción de tutela en defensa de los derechos fundamentales al medioambiente sano, a la vida digna, al mínimo vital, al trabajo, a la libertad de oficio, a la alimentación y al agua.  

Entre tanto, la Procuraduría General de la Nación solicitó a la Corte Suprema de Justicia, el 3 de marzo, la protección inmediata de los derechos fundamentales de las comunidades que dependen del cuerpo de agua.